El Tribunal de Apelación de París se pronunció ayer a favor de cuatro nuevas demandas de extradición españolas contra la presunta ex miembro del comando Barcelona de ETA Dolores López Resina, Lola, y de una contra el miembro del sindicato LAB Gabriel Saez Totorikaguena.
La corte, presidida por el juez Gilbert Azibert, notificó además tres nuevas demandas de extradición también contra Lola, que serán examinadas el próximo 29 de mayo, y otras contra los supuestos ex miembros del comando Donosti Juan Ramón Karasatorre, Zapata, y los activistas Oihane Errazkin, Brujilla, y Iosu Ordóñez Fernández.
El tribunal dio luz verde a que López Resina sea juzgada en España por su presunta participación en los secuestros de José María Aldaya y Cosme Delclaux, así como por otras actividades en el seno de la banda, y autorizó a que también lo sea Saez Totorikaguena por colaboración con ETA.
La presunta ex miembro del comando Barcelona fue detenida el pasado 23 de septiembre en Dax (suroeste de Francia), junto al supuesto ex jefe de logística de ETA Asier Oiarzabal Txapartegi, Baltza, y Ohiane Errazkin.
Gadafi, en el banquillo
Por otra parte, el presunto ex jefe de logística de ETA Juan Carlos Iglesias Chouzas, Gadafi, y la supuesta etarra Conchita Iglesias, se sentaron ayer en el banquillo del Tribunal Correccional de París, en un juicio que durará tres días.
La presidenta del tribunal, Jacqueline Rebeyrotte, se limitó a comunicar a Gadafi e Iglesias, ambos presentes, los hechos de que son acusados y fijó la agenda de las dos próximas audiencias. El juicio, en el que se personan como partes civiles los propietarios de dos coches robados por ETA y utilizados por los acusados, continuará hoy con el interrogatorio de los dos procesados.
Las requisitorias del fiscal, Michel Debacq, y los alegatos de la abogada de la defensa, Yolanda Molina, se fijaron para mañana. El tribunal, compuesto por tres magistrados, debería dictar su veredicto en unos 15 días.
Casi huérfano de público, el primer día del juicio se desarrolló sin incidentes. Gadafi, de pie, y Conchita Iglesias, sentada, escucharon en silencio la lectura del sumario y rehusaron hacer ningún comentario cuando al final la presidenta del tribunal les dio la palabra. Los dos son juzgados por asociación de malhechores con fines terroristas, tenencia ilícita de municiones, de explosivos y de documentación falsa, receptación de robos de vehículos y uso de matrículas falsas. Iglesias Chouzas, de 39 años, está imputado además por tenencia ilícita de armas.
Ambos fueron detenidos el 2 de febrero de 2000 en Tarnos (suroeste de Francia) cuando salían de comer en una hamburguesería en compañía del hijo de esta última y del ex dirigente etarra Jose Javier Arizkuren Ruiz, Kantauri.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 11 de abril de 2002