Una exposición titulada El gusto es mío hace recomendaciones gastronómicas que no dejarán indiferente ni al comensal escéptico ni al atrevido, a través de un recorrido por distintas épocas que propone el centro comercial Arturo Soria Plaza. El visitante aprenderá a preparar una velada prehistórica: sobre el suelo, con un fuego, deberá colocar huesos, restos de carne, conchas e insectos en un recipiente. El estilo romano queda más florido: la mesa lleva un pie de columna, mantel, pétalos de rosa y plumas para rascarse el cuello y, como alimentos, peras, manzanas, ostras, mejillones, truchas y uvas.
Una mesa de madera con pescado en salazón, tasajos de pan con pollo, pucheros de hortalizas y escudillas con gachas reivindican la Edad Media. La cerámica talaverana con asados de carne y ollas podridas presiden la mesa de la Edad Moderna. Completan las posibilidades una mesa con hule floreado, aceitunas, huevos fritos con patatas y chorizo, arroz con leche y frasca de vino, típica de la era contemporánea, y, como exponente del siglo XXI, mesa con hamburguesas, perritos calientes, bollería industrial y refrescos de cola.
El gusto es mío. Arturo Soria, 126. Hasta el 22 de abril. Gratis.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 11 de abril de 2002