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Juan Pablo II concede por primera vez un obispado de España al Opus Dei

El nuevo arzobispo de Burgos es un destacado dirigente de la curia vaticana

El primer obispo del Opus Dei en España procede de la poderosa Curia que gobierna el Vaticano. Se trata de Francisco Gil Hellín, un destacado miembro de la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz, una de las grandes creaciones del beato Josemaría Escrivá de Balaguer, el fundador del Opus en 1928. Nacido en Murcia hace 62 años, Gil Hellín tomará posesión del cargo el próximo 23 de mayo. Era desde 1996 el primer secretario del Pontificio Consejo para la Familia y sustituye al arzobispo Santiago Martínez Acebes, que Roma jubila a los 76 años y que gobierna en la archidiócesis burgalesa desde 1992.

El Opus Dei nació en España en 1928 y cuenta con muy altos prelados en la Curia romana e, incluso, con cardenales y arzobispos en numerosos países, como Juan Luis Cipriani y Fernando Saenz Lacalle, arzobispos de Lima y San Salvador, respectivamente. Pero no había logrado instalarse en el episcopado español, en el que, sin embargo, hay ahora en activo cinco prelados procedentes de congregaciones religiosas, de los que dos son franciscanos [el arzobispo Carlos Amigo en Sevilla, y el obispo José Gómez en Lugo]; dos claretianos [Fernando Sebastián, vicepresidente de la Conferencia Episcopal Española y arzobispo de Pamplona-Tudela, y Luis Gutiérrez Martín, obispo de Segovia], y un salesiano [Miguel José Asurmendi, prelado de Vitoria].

El resto de la jerarquía procede del clero diocesano en su inmensa mayoría. Los jesuitas no tienen representación. La Iglesia de Roma tiene en España 120 obispos en activo, de los que tres son cardenales en Madrid, Toledo y Barcelona, once son arzobispos de otras tantas provincias eclesiásticas, y uno ejerce de arzobispo castrense.

Moralista conservador

La pertenencia del arzobispo Gil Hellín al Opus Dei está fuera de discusión, pero fue matizada ayer por un especialista episcopal con la precisión de que, en realidad, se trata de un sacerdote de obediencia diocesana, sin dependencia directa, por tanto, de la Prelatura personal con que el papa Juan Pablo II distinguió en noviembre de 1981 al poderoso instituto fundado por Escrivá de Balaguer el 2 de octubre de 1928. El beato aragonés fundó dos años más tarde, en febrero de 1930, la sección de mujeres del Opus, y el 14 de febrero de 1943 decidió crear también una sociedad sacerdotal que acogiese a los laicos de la obra que, como él, quisieran ser, además, sacerdotes.

Hasta 1981, fecha de la polémica concesión de la Prelatura por el papa Juan Pablo II, la sociedad sacerdotal de la que es miembro el nuevo arzobispo de Burgos se llamó Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz y del Opus Dei, suprimiéndose a partir de entonces la última parte de la denominación. Los tres primeros laicos del Opus ordenados tras la creación de esta sociedad sacerdotal fueron españoles: Álvaro del Portillo, José María Hernández de Garnica y José Luis Muzquiz. Portillo sucedió a Escrivá tras la muerte del fundador el 26 de junio de 1975.

La trayectoria sacerdotal y doctrinal de Gil Hellín subraya la pertenencia al Opus, pero también sus vinculaciones de carácter diocesano. Estudió teología en la Universidad Pontificia Gregoriana, de Roma, se doctoró en la especialidad de Teología Moral por la Universidad de Navarra, del Opus, pero ha sido canónigo penitenciario en las diócesis de Albacete y Valencia. En esta última ciudad fue profesor en la Facultad de Teología San Vicente Ferrer. Hace 16 años, el nuevo arzobispo fue llamado a Roma, donde fue subsecretario del Consejo Pontificio de la Familia, docente del Instituto Juan Pablo II para estudios sobre el Matrimonio y la Familia y, también, del Ateneo Pontificio de la Santa Cruz.

Pero ha sido en el Pontificio Consejo para la Familia, del que es secretario desde 1996, donde el futuro arzobispo de Burgos ha desarrollado su tarea principal como número dos e ideólogo de uno de los dicasterios romanos obligado a impartir más doctrina para aclarar, acotar o poner frenos en el turbulento y cambiante mundo de las relaciones humanas, el matrimonio, las parejas de hecho, la homosexualidad, la experimentación con embriones, el aborto o el control de la natalidad, entre otros asuntos de conflicto para la jerarquía romana con sus iglesias locales y parte de los fieles cristianos.

La posición radicalmente conservadora de Gil Hellín en estos temas es consecuente con su pertenencia al Opus Dei y centra las críticas de algunos de los teólogos más activos en este comienzo de siglo, pero está respaldada, además de por el Papa, por otra de las congregaciones más poderosas y polémicas de la Santa Sede: la que preside el cardenal alemán Joseph Ratzinger y se ocupa de la Doctrina de la Fe, sucesora del Santo Oficio de la Inquisición. El presidente del Consejo Pontificio de Familia es el cardenal colombiano Alfonso López Trujillo.

Gil Hellín tomará posesión de su cargo el 23 de mayo en la catedral de Burgos y sustituye a Santiago Martínez Acebes, un leonés nacido en San Cristóbal de la Polantera en 1926 y miembro desde 1949 de la Hermandad de Sacerdotes Operarios Diocesanos, el instituto secular creado por el beato catalán Manuel Domingo y Sol, que también fundó el Colegio Español de Roma, del que el prelado jubilado fue vicerrector en 1972.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 11 de abril de 2002