El contrato para lucir su ropa se ha roto, pero Penélope Cruz se presentó anoche en Madrid como el rostro mundial de la nueva fragancia de Ralph Lauren, Glamorous. La actriz, que llegó con casi tres cuartos de hora de retraso a la fiesta, acertó a decir '¡hola!' antes de que cayera sobre ella una nube de fotógrafos. Vestía un esmoquin blanco con falda negra de volantes. 'No nos hemos separado, no nos hemos casado y no estoy embarazada', explicó algo nerviosa. La actriz aseguró que está cansada de que se valore más su vida privada que su trabajo como actriz. Penélope no se ha comprado una casa en Nueva York y de momento piensa seguir viviendo entre Los Ángeles y Madrid. Ha aprovechado su visita a la capital de España para ver a su familia y a sus amigos. El nuevo perfume de Ralph Lauren se presentó en la Casa de Velázquez, decorada con enormes fotos de la actriz, el nombre de la firma norteamericana y fotos del nuevo perfume. Muchos de los invitados, entre los que se encontraba el embajador americano, George L. Argyros, Elena Benarroch, Candela Cort, Paquita Torres y Paloma Cela, utilizaban el inglés para expresarse. La fiesta se celebró en una enorme carpa acondicionada en el jardín de la mansión, en la que se agruparon decenas de invitados. Pe llegó, lució y se fue en cuestión de minutos. Menos de los que esperaron por ella.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 12 de abril de 2002