Las bolsas se vinieron ayer abajo ante los crecientes rumores de que otra empresa, IBM, va a ser inspeccionada por prácticas irregulares de sus gestores, esta vez por la venta de una filial.
En el mercado español, en el que las cosas venían mal desde primeras horas de la mañana, todo empeoró tras la apertura de Wall Street y ni siquiera la constatación de que 'en todas partes cuecen habas' sirvió para paliar los desperfectos.
El Ibex 35 cedió el 1,57% y el índice general de Madrid el 1,46%, cifras que resultaban discretas si se las comparaba con las del conjunto de los mercados europeos. Aun así, el índice que engloba a las mayores empresas españolas, el Ibex 35, volvió a perder el nivel de los 8.000 puntos, que empieza a ser una referencia para medir la consistencia del devenir del mercado.
París perdió el 1,78%, Londres el 1,75% y Francfort bajaba el 1,61% poco antes del cierre. En esos momentos, la Bolsa de Nueva York perdía el 1,41% en medio del desconcierto general, ya que los inversores no sabían bien si apostar por la dudosa recuperación económica o poner su dinero a salvo de las maniobras de los gestores.
Uno de los valores más castigados en el mercado español fue el BBVA, posiblemente por la facilidad que había en esta sesión para establecer paralelismos entre unas sociedades y otras. Desde hace días los inversores temen los efectos de la inspección del Banco de España, pero ayer se acordaban más de del organismo supervisor estadounidense, la SEC, que posiblemente va a actuar con dureza en este tipo de situaciones tras anunciarse el caso Enron.
La contratación en el Mercado Continuo ascendió a 2.173,07 millones de euros, en un nuevo alarde de capacidad de absorción de papel. De esa cifra, casi una cuarta parte procedía de operaciones institucionales y del resto, más de la mitad lo negociaron entre Telefónica, BBVA y SAN.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 12 de abril de 2002