Quisiera expresar mi desacuerdo con las medidas que la Asociación Española contra el Cáncer ha tomado con relación a las ayudas que destina y otorgaba a las personas diagnosticadas de cáncer. Tengo un familiar enfermo y por su situación familiar y económica le es imposible afrontar los gastos que esta terrible enfermedad comporta.
Hasta hace muy poco, algunos de ellos (medicamentos, ayudas de una trabajadora familiar a domicilio, desplazamientos a centros médicos, y otros) eran sufragados por esta asociación y le permitían sobrellevar la enfermedad con una mínima calidad de vida. Me he puesto en contacto con dicha asociación y su respuesta ha sido que todas las ayudas se cancelaron a finales del año 2001 y no se han vuelto a reanudar.
Así pues, me pregunto: ¿Cuáles son los motivos para tomar decisiones tan drásticas? ¿A qué se destinan los ingresos que recibe la Asociación Española contra el Cáncer a través de los donativos, cuotas de socios, beneficios obtenidos de las cuestaciones anuales, legados y herencias, entre otros? ¿No debería existir un organismo u organismos que controlaran las decisiones de su presidente y sus órganos de gobierno?
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 13 de abril de 2002