El sindicato Comisiones Obreras ha convocado, para el próximo día 17, una jornada de huelga de trabajadoras familiares para reivindicar mejoras en sus condiciones laborales. Las trabajadoras familiares se ocupan de la atención domiciliaria a personas necesitadas y reclaman un salario fijo, contratos laborales de jornada continuada y un aumento del precio por hora trabajada, que actualmente está en torno a cinco euros brutos (840 pesetas).
En Cataluña hay un millar de trabajadoras familiares contratadas por empresas que, a su vez, prestan sus servicios a los ayuntamientos, que asumieron las competencias de la atención domiciliaria en 1998. Del total de profesionales, el 80% se concentra en el área metropolitana de Barcelona y, de éstas, 600 trabajan en la misma capital.
Las trabajadoras familiares se rigen por un convenio firmado en 1999 con la patronal del sector. En 2001 el colectivo intentó modificar el convenio, pero el desacuerdo con la patronal les llevó a recurrir al Tribunal Laboral de Cataluña, cuya propuesta fue también rechazada por las empresas. Ahora, las protestas de las trabajadoras familiares pretenden lograr un salario mensual fijo de 700 euros (algo más de 115.000 pesetas) y una jornada continuada.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 13 de abril de 2002