El equipo de gobierno del PP, que preside Rita Barberá, renunció ayer definitivamente a construir un aparcamiento subterráneo en la plaza del Ayuntamiento de Valencia. Un proyecto que Barberá planteó en 1993 y que llegó a adjudicar a la empresa Técnica de Aparcamientos, aunque luego el Consistorio planteo una serie de requisitos nuevos no previstos en el pliego de condiciones y que llevaron el contrato a los tribunales.
La firma adjudicataria, que ha ganado el pleito en el Tribunal Superior de Justicia y en el Tribunal Supremo -instancia que ha obligado al Ayuntamiento a pagar las costas y ha rechazado el recurso de la institución municipal- reclama ahora daños y perjuicios y el lucro cesante, que el equipo de gobierno del PP ya ha asumido que tendrá que pagar.
El equipo de Rita Barberá justifica su decisión de desistir de este aparcamiento subterráneo, en una de las zonas más complicadas para el tráfico rodado en Valencia, en la incompatibilidad con el túnel pasante de Renfe y la construcción de una nueva línea del metro.
La decisión recibió las críticas del concejal socialista Rafael Rubio, que tachó la actuación de 'barbaridad' que acabarán pagando todos los valencianos por un capricho de la alcaldesa.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 16 de abril de 2002