Una comedia con mucho desparpajo. Con un pequeño equívoco inicial: como si fuera una obra policiaca, que luego desaparece para dar lugar a la charla más o menos frívola. Las chicas de la peluquería van a echar el cierre cuando se descubre que falta todo el dinero de la caja; la culpable ha de ser una de ellas, la encargada echa el cierre y todas se quedan dentro. Van conversando de sus casas, de sus novios, de su vida. El tono es más bien frívolo, pero no hay que dejarse engañar: la autora, Ángeles González Sinde, va descubriendo vidas sórdidas, problemas de mujer, dolor, dramas, problemas, contados con un lenguaje popular donde no falta la frescura madrileña, o el humor a la española con el que se llevan tantas conversaciones. No deseo contar el final, porque hay que contar que la obra está escrita hacia esa punta en forma de sorpresa, y más vale no esperarla para tener más placer en la obra.
Rulos
De Ángeles González-Sinde. Intérpretes: Cía. Alcalá Producciones. Director: Fernando Soto. Sala Ensayo 100. Madrid.
Está interpretada con soltura por cuatro jóvenes actrices, dirigida con ritmo y aplaudida en la sala donde se representa, muy frecuentada por público joven; especialmente por las espectadoras, que reconocen que algo suyo está pasando en escena.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 16 de abril de 2002