La puesta en práctica del Proyecto de Ley de Calidad de la Enseñanza, a los profesores de Informática nos hace tener más dudas que Descartes sobre nuestro futuro laboral y profesional.
Según el Real Decreto 3473/2000 de 29 de diciembre y su próxima aplicación en Andalucía, mediante un Proyecto de Decreto de la CECJA, las enseñanzas básicas de Informática pasan a ser obligatorias en la ESO, integrándose en las programaciones de la asignatura de Tecnología. Dicha integración supone que el profesorado de Tecnología deberá impartir unos contenidos curriculares que no están en sus temarios de oposiciones. Por el contrario, el profesorado especializado en Informática no podrá ejercer como tal al haber integrado su especialidad en Tecnología General. Esta integración, desde el punto de vista pedagógico, es nefasta y, además, dilapida el patrimonio profesional del profesorado específico en Informática.
En la actualidad, el profesorado de Informática en Andalucía está regulado en el Art. 6 del R. D. 1701 de 29 de noviembre. Decreto por el que la CECJA adscribió las enseñanzas de Informática Aplicada al profesorado especializado en Informática.
A partir de 1995, fecha de la adscripción, se ha ido dotando a los centros con profesorado de Informática, funcionarios o interinos. De hecho, prácticamente todos los centros disponen, al menos, de un profesor de Informática. Eso sí, seguimos sin Departamento de Informática, lo que no deja de ser un agravio comparativo con el resto de especialidades.
Pero hay más, el nuevo Proyecto de Ley de Calidad de la Enseñanza propone que desaparezcan materias optativas de la ESO, entre otras, la Informática Aplicada y la de Tecnología no estará en todos los itinerarios. La Consejería de Educación cuando habla de modificar el Bachillerato tampoco especifica cuáles serán las materias o asignaturas optativas. Con este escenario de reformas en marcha se da de tortas el discurso oficial que considera la Informática como instrumento básico de acceso al conocimiento en un universo cada día más informatizado.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 17 de abril de 2002