Fue una imprudencia. El delantero del Barcelona y una de las figuras de Brasil Rivaldo jugó ayer 55 minutos en el amistoso contra Portugal en Lisboa (1-1), a pesar de haber reconocido el martes que aún sentía dolores en la rodilla derecha y el tobillo izquierdo. Reservado por el Barcelona para jugar el tramo final de la Liga y la semifinal de la Copa de Europa frente el Madrid, Rivaldo se entrenó el martes con su selección y ayer sufrió algunas entradas de cierto riesgo durante el amistoso.
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Con unas lesiones que le tienen renqueando desde principios de temporada, Rivaldo llegó el lunes a Lisboa convocado por el seleccionador brasileño, Luís Felipe Scolari. No participó en el primer entrenamiento, pero sí lo hizo normalmente durante el martes. Ese día Rivaldo declaró que aún sentía dolores en la rodilla izquierda y el tobillo derecho, pero añadió: "Tengo intención de jugar con la selección. Después del entrenamiento, el técnico decidirá cuánto tiempo voy a jugar".
El médico de la escuadra canarinha, José Luís Runco, reconoció que Rivaldo sufría un trauma en la parte izquierda de la rodilla derecha y otro en la parte interna del tobillo izquierdo, unos problemas que, en su opinión, ya estaban siendo resueltos por los servicios médicos del Barcelona. "No hay preocupaciones para el Mundial", dijo, "aunque sí alguna preocupación para que pueda jugar el amistoso con la selección brasileña, sin perturbar su trabajo en el Barcelona".
A pesar de esos problemas, Scolari le incluyó en el entrenamiento del martes donde jugó un amistoso entre titulares y reservas que, a su juicio, ofreció un buen entendimiento entre el trío atacante (Rivaldo, Ronaldo y Ronaldinho), quienes fabricaron "la receta" de tres de los cuatro goles frente a los suplentes. El entrenamiento concluyó con el disparo de penaltis por parte de todos los jugadores. A pesar de su delicada situación, Rivaldo jugó (se desconoce si por voluntad propia o del entrenador) alrededor de 55 minutos del amistoso contra Portugal que acabó con empate a un gol (tantos de Ronaldinho y Conceiçao). Durante el encuentro, el delantero del Barcelona no se expuso demasiado pero sufrió algunas entradas de cierto riesgo que, sin duda, podrían haber puesto en peligro su recuperación.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 18 de abril de 2002