Diecisiete miembros de una unidad policial de élite de Rusia perecieron ayer víctimas de un atentado en Grozni (la capital de Chechenia), poco antes de que, en Moscú, el presidente Vladímir Putin diera por finalizada la guerra en aquel territorio separatista del Cáucaso.
El atentado, en el que además resultaron heridas por lo menos cinco personas, se produjo en las inmediaciones de la sede de las fuerzas del Ministerio del Interior en Grozni, cuando un autobús policial regresaba tras una misión de patrulla.
Según la agencia de noticias Itar-Tass, el autobús quedó partido en dos mitades tras dos explosiones iniciales. Varios agentes murieron en el acto y los que salieron de su sede con intención de ayudar a las víctimas fueron acosados por los disparos de los francotiradores.
Una tercera explosión costó la vida a cuatro agentes más. Según la agencia Reuters, el incidente eleva a 26 el número de muertos de los que se ha informado en el plazo de 24 horas.
Mientras tanto, en Moscú, Putin dijo que 'se puede considerar concluida la fase bélica del conflicto' y señaló que lo importante ahora es 'dónde están' los combatientes separatistas. Si hace un año lo importante era 'cuántos bandidos y terroristas había allí', señaló, ahora 'no nos importa cuántos hay, hay que saber dónde están'.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 19 de abril de 2002