El vicepresidente primero del Gobierno y ministro del Interior, Mariano Rajoy, se ha comprometido a habilitar 'medios extraordinarios' para evitar que se produzcan nuevos retrasos en el traslado de los acusados en la Operación Temple entre la prisión y la Audiencia Nacional, donde se les juzga. En una carta dirigida a la magistrada Ángela Murillo, presidenta del tribunal, Rajoy reconoce que se han producido problemas en las conducciones de los presos debido a una situación excepcional y a la sobrecarga de trabajo.
Las demoras en las conducciones de los 24 procesados han provocado protestas de los acusados y sus abogados, por lo que los miembros del tribunal elevaron un escrito a Rajoy y al presidente de la Audiencia Nacional, Carlos Dívar, para advertir de que, de continuar estas anomalías 'inadmisibles', podría suspenderse el juicio. Varios acusados han tenido que permanecer hasta altas horas de la madrugada en los calabozos de la Audiencia cuando la sesión había finalizado a las dos de la tarde.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 20 de abril de 2002