Peor saldo no podía tener para el Barça el partido de Vigo. Los azulgrana encajaron dos goles de rebote -"los hemos regalado", proclamó el entrenador Carles Rexach-, se les negó uno por un doble remate al poste, perdieron momentánemante en favor del Celta su plaza para la próxima Liga de Campeones y acabaron con Rivaldo cojo después que Puyol ya hubiera sido sustituido a causa de una lesión.
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El lateral internacional tuvo que retirarse a la media hora por una elongación muscular en el adductor de la pierna izquierda que difícilmente le permitirá jugar el próximo martes contra el Madrid en el partido de ida de las semifinales de la Liga de Campeones. "Pese a que no hay contractura", anunció el doctor Ricard Pruna, "y a que con Puyol siempre se producen milagros por sus ganas de jugar, la cosa está muy difícil, por no decir imposible. Prácticamente está descartado para enfrentar al Real Madrid".
Igualmente complicada para el choque del martes es la alineación de Rivaldo, que acabó marcando el llamado gol del cojo, aunque remató a la red con la cabeza. "Tiene dañada la rodilla derecha, los ligamentos, desde hace tiempo", precisó el médico azulgrana, "y habrá que examinarle de nuevo a la llegada a Barcelona, al igual que a Puyol, aunque tampoco soy optimista con vistas al próximo encuentro. Ahora pienso que hemos perdido dos jugadores para la ida de las semifinales de la Liga de Campeones porque prácticamente no hay tiempo para recuperarles".
También están con problemas físicos Cocu, afectado por una grastroenteritis; Coco y Kluivert, ausentes los tres en el partido de anoche mientras Xavi ya es baja segura para el martes por sanción. "Espero", respondió Rexach, "que la mala suerte se acabe con el resultado de Vigo y podamos recuperar alguno de los jugadores tocados para el martes".
Víctor Fernández, el entrenador del Celta, entiende sin embargo que el Barça pagará muy caro la confrontación contra el Madrid, "porque al final del partido de hoy [ayer] he visto a dos o tres jugadores azulgrana que prácticamente estaban arrastrándose".
Entre lesionados y suplentes, por primera vez en mucho tiempo, el Barcelona presentó una alineación sin holandeses. La situación no deja de ser sorprendente después que Charly anunciara que aguardaba a que los holandeses "tiraran del carro" en el tramo final del curso.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 21 de abril de 2002