El primer secretario del PSC, José Montilla, afirmó ayer rotundamente que los socialistas 'no nos vamos a callar' ante los casos de corrupción y las irregularidades que afectan al Gobierno de Convergencia i Unió (CiU), por muchos que los líderes nacionalistas recurran 'al insulto y la amenaza'.
Montilla dabá réplica así a las acusaciones de practicar una política 'mísera y mezquina' que el secretario general de CiU, Josep Antoni Duran Lleida lanzó el domingo contra el PSC por airear el caso Pallerols y el caso Turismo y por haberle pedido que abandone la política ante las acusaciones de financiación irregular de Unió Democràtica que pesan sobre él.
Los socialistas creen que la subida de tono en los ataques que Duran lanza contra el PSC son un intento de amedrentarles y de conseguir así que dejen de lado los asuntos de corrupción. Pero ayer, tras la reunión de la comisión ejecutiva del PSC, Montilla fijó claramente su posición. El PSC 'no será cómplice, pese a los insultos y amenazas' de las situaciones que han sido denunciadas en los juzgados y sobre las que CiU y PP se niegan reiteradamente a que se lleve a cabo las necesarias investigaciones parlamentarias.
También señaló que el PSC 'no se resignará a que el dinero público se destine a pagar la nómina de Unió y el mobiliario de sus sedes', como consta en las acusaciones de que es objeto el partido de Duran.
Esta determinación no le impidió, afirmar también, sin embargo, que el objetivo del PSC no es conseguir una imputación penal de Duran Lleida por el caso Pallerols, ni convertir en su princìpal prioridad la denuncia de los asuntos de corrupción de afectan al Gobierno de Jordi Pujol.
Pero en un país en que todo el mundo habla de estos asuntos, 'sólo faltaría que la oposición se dedicara a mirar hacia otro lado', dijo. Y agregó: 'Si CiU piensa que miraremos a otro lado se ha equivocado. O se ha equivocado de país o se ha equivocado de tiempo histórico'.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 23 de abril de 2002