Haider dice que es 'una buena advertencia'. Para el caudillo derechista austriaco Jörg Haider, la decisión del pueblo francés en las elecciones del domingo ha sido 'una buena advertencia contra los partidos establecidos'. Fue Haider quien condujo al Partido Liberal (FPÓ), conocido por su populismo xenófobo, al Gobierno austriaco en alianza con los democristianos del Partido Popular (ÓVP), en febrero del año 2000.
En aquella ocasión fue precisamente Francia uno de los países más favorables a las sanciones que la UE impuso contra Austria en protesta contra el ascenso de la extrema derecha. Haider declaró ayer que aquellas sanciones 'no trajeron nada', porque ahora ya en Francia, Dinamarca o Italia hay 'Gobiernos de centro-derecha que se toman en serio el problema de la inmigración'. Criticó Haider que se califique de extremista 'a todo el que en marco de una política de centro-derecha se pronuncia contra la inmigración desbordante'.
Por su parte, el jefe de Gobierno austriaco, Wolfgang Schüssel, del Partido Popular (ÖVP) , declaró que 'Le Pen en el segundo puesto es más que un defecto estético'. La vicecanciller, Susanne Riess-Passer, del FPÖ de Haider,vió en el triunfo de la extrema derecha francesa 'una bofetada para el Gobierno francés'. Riess-Passer dirige oficialmente el FPÖ desde que Haider ocupa únicamente el cargo de primer ministro del Estado federado de Carintia.
La agencia France Presse informa de que el ministro del Interior de Israel, Eli Yishai, de un partido ultraortodoxo sefardí, exhortó a los judíos de Francia a que 'hagan las maletas y emigren a Israel'.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 23 de abril de 2002