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La juez abre diligencias penales por la muerte de un policía arrollado por un tren

La juez de instrucción número 2 de Alcalá de Henares ha abierto diligencias penales por la muerte del agente del Cuerpo Nacional de Policía Jesús Manuel Resina Miguelsanz, quien el pasado día 2 falleció arrollado por un tren en la estación de Alcalá después de ayudar a una invidente a descender del convoy. Manuel Novas, abogado de la familia del fallecido, formalizó ayer la personación como acusación particular contra Renfe al considerar que se produjo un homicidio por imprudencia. El auto de la juez, según el abogado, subraya que se dan características que hacen 'presumir existencia de infracción penal'.

Un portavoz de Renfe manifestó que la compañía aún no dispone del auto del juzgado, aunque precisó que siempre que hay un accidente con resultado de muerte se abren diligencias penales.

Resina, un agente en prácticas de 29 años, murió en la madrugada del pasado día 2 arrollado por el tren Costa Brava en la estación de Alcalá de Henares. Según la versión del abogado, Resina regresaba a Madrid con su novia, María Yolanda, desde Barcelona, donde ambos habían pasado unos días. En la estación de Alcalá de Henares, cuando el tren reiniciaba su marcha tras una parada, una mujer invidente preguntó al policía si ya había llegado a la ciudad complutense, donde debía apearse, ante lo cual el agente optó por tirar de la alarma, que detuvo el tren. Tras ayudar a la invidente a apearse, Resina trató de subir de nuevo al tren, pero éste arrancó y lo arrolló.

El abogado de la familia recordó que el protocolo de Renfe exige que, cuando el tren se detiene porque ha sido accionada la alarma, no puede reemprender la marcha sin comprobar antes quién lo hizo y por qué, después de revisar todos los vagones. 'Eso no se hizo', subrayó el letrado.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 23 de abril de 2002