El día de san Jorge, fiesta de Aragón, recobró su carácter reivindicativo. Cien mil personas, segun datos de los organizadores, volvieron a inundar ayer la plaza del Pilar de Zaragoza convocados por el Gobierno del PSOE y el Partido Aragonés (Par) para decir no al Plan Hidrológico Nacional (PHN) y al trasvase del Ebro. Y eso a pesar de que la convocatoria no había tenido el apoyo de los sindicatos, ni de la Mesa del Agua, que se distanciaban del Ejecutivo autónomo por sus decisiones en materia educativa. A pesar de ello, la protesta fue un rotundo éxito.
Miles de aragoneses se volvieron a reunir en torno al manifiesto que leyó, como en octubre de 2000 el periodista Luis del Val, en el que se reivindicaban las razones de una 'tierra diversa que busca su futuro en un desarrollo armónico que el PHN frustra'. El manifiesto fue aplaudido en numerosas ocasiones por los concentrados y el presidente de la comunidad, el socialista Marcelino Iglesias, aseguraba: 'De nuevo el pueblo aragonés mantiene el pulso, y lo hace frente a quienes nos tachan de insolidarios y nos ubican en la España húmeda'. El vicepresidente, José Ángel Biel, del Par, insistía en que Aragón no rebla y que saldrá una y mil veces a decir no.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 24 de abril de 2002