Las relaciones entre México y Cuba rozan la ruptura diplomática después de que Fidel Castro publicara una conversación telefónica privada con Vicente Fox en la que éste le pide que adelante su salida de la cumbre presidencial de Monterrey, y se abstenga de criticar al presidente George W. Bush.
El objetivo fue tratar de demostrar que México, en complicidad con Estados Unidos, mintió al negar que hubiera ejercido presiones sobre Castro para acortar su presencia en la reunión organizada por la ONU el mes pasado.
La oposición mexicana sostiene que Bush condicionó su participación en la Cumbre Internacional sobre la Financiación del Desarrollo a la ausencia de Castro y que el Gobierno se habría sometido al imperativo. Al conseguirse la anulación del viaje, señalan portavoces opositores, Fox pidió a Castro que su estancia en Monterrey fuera corta para evitar que coincidiera con Bush.
La tarde del lunes, el Gobierno de Fox consideró "inaceptable" su divulgación, "rompiendo con ello un acuerdo de confianza y buena fe". El portavoz del Ejecutivo, Rodolfo Elizondo, leyó un comunicado contra la intervención de Cuba en asuntos internos mexicanos, y, en otras palabras, dijo que en México hay una democracia y en la isla, una dictadura. México mantendrá las relaciones diplomáticas, y su gobierno pidió la unidad de todos "frente a la mentira y a la ofensa externa". La pretendida unidad dista de haberse logrado. El Partido Revolucionario Institucional (PRI), primero de la oposición, pidió explicaciones a Fox; el PRD, izquierda, le atacó, y el gubernamental Partido Acción Nacional (PAN), atribuyó la reacción de Castro a una "venganza" por el voto mexicano en Ginebra.
Castro acusó a Fox y al canciller mexicano, Carlos Castañeda, de ceder a las presiones norteamericanas para que él abandonase la Conferencia de la ONU, y llamó a ambos "mentirosos" por negar estas presiones. El líder cubano, además, dejó abiertas las puertas a la ruptura de relaciones con el país de la región que durante cuatro décadas ha sido el más firme aliado de su revolución: "Por decir estas verdades, las relaciones diplomáticas se podrán romper, pero los vínculos fraternales e históricos entre los pueblos de México y Cuba serán eternos".
Según Castro, "la gota que colmó el vaso" y que le decidió a desenmascarar los "colosales embustes" de Fox y Castañeda fue el voto condenatorio de México contra Cuba en la Comisión de Derechos Humanos de la ONU. Castro afirmó que se comprometieron durante el viaje que realizaron a La Habana en febrero a no apoyar ninguna condena a Cuba y "traicionaron vilmente esa promesa". El mandatario cubano dijo que no había querido hasta ahora revelar "las pruebas de lo ocurrido" por no implicar a Fox.
[Por otra parte, el presidente de Uruguay, Jorge Batlle, anunció anoche que su país había decidido romper sus relaciones diplomáticas con Cuba a causa de los "insultos" que Fidel Castro había proferido contra su país, informa la agencia France-Presse. Uruguay había presentado la resolución que condenó a Cuba en la Comisión de la ONU. Castro afirmó el lunes que Batlle era "un judas abyecto" y que el Gobierno uruguayo era "vil y miserable".]
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 24 de abril de 2002