Anders Igel es el nombre del nuevo jefe de la empresa de telecomunicaciones sueca Telia, recientemente expandida con la adquisición de la similar finlandesa Sonera. Días después de su nombramiento, y tras infructuosos intentos para comunicarse con su teléfono móvil, pudo saberse que éste estaba cancelado y la causa era nada menos que la falta de pago de la factura correspondiente al último trimestre del año pasado, por un monto de 2.591 coronas (unos 260 euros aproximadamente), cuyo plazo de vencimiento había expirado el 14 de enero de este año. Según una oficina en Londres, donde trabajaba hasta su nombramiento hace unas semanas Igel, el mencionado pago se había ordenado el día 10 de enero, a través de un banco de aquella ciudad, y no se sabía por qué motivo el pago no había llegado a destino. El presunto moroso director de Telia dice haber descubierto a su llegada a Suecia que su teléfono estaba clausurado 'porque no lo uso casi nunca', explicó. Igel, que tiene fama de ser riguroso a la hora de 'bajar costes', no ha dado el mejor ejemplo en su nuevo puesto.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 25 de abril de 2002