La escritora Ana Briongos y la periodista e investigadora Awatef Kettiti advirtieron ayer en una mesa redonda, en la que participaron junto a la periodista Lola Bañón, del peligro de intentar exportar de forma automática patrones culturales y sociales occidentales a sociedades islámicas, especialmente en situaciones referidas a la situación de la mujer. Este fue uno de los aspectos más destacados del encuentro Mujer e Islam. Una raíz común, tres realidades diferentes, que organizó la Unió de Periodistes Valencians y se celebró en el marco de las jornadas Solidària, que se desarrollan en el Museu de la Beneficència.
En su intervención, Briongos, que ha trabajado durante 10 años en Irán y Afganistán como asesora e intérprete, llamó la atención sobre la simplificación y los tópicos que se aplican a costumbres de países islámicos cuando se miran desde un prisma occidental en aspectos como la poligamia o el empleo del velo. A este tema también aludió Kettiti, miembro fundador de la Red de Mujeres Periodistas Árabes y de mujeres periodistas de la Unesco, quien señaló las consecuencias negativas que ha provocado en Argelia tanto medidas represoras favorables o contrarias al uso del velo. Bañón, por su parte, se refirió a la mala situación por la que atraviesan las mujeres palestinas y el estado de parálisis que vive su lucha por la igualdad de derechos tras la ofensiva israelí.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 25 de abril de 2002