Álvaro Cuesta, responsable de Política Municipal de la dirección del PSOE, acusó ayer al Gobierno de no hacer 'política contra la especulación' urbanística porque 'empresas como Muinmo, Aerosur, Proina, o Rotman Gestión', es decir, sociedades participadas por la familia del vicepresidente económico, Rodrigo Rato, según aclaró, se 'dedican a avalar operaciones bancarias basadas en la especulación urbanística e inmobiliaria'.
Álvaro Cuesta preguntaba al ministro de Fomento, Francisco Álvarez-Cascos, sobre si 'existe especulación del suelo en España' y aprovechó la ocasión para acusar al Gobierno de no poder hacer 'política contra la especulación del suelo' porque 'su vicepresidente económico basa parte de su actividad privada, económica y bancaria en la especulación del suelo'.
Cascos optó por ignorar la dura acusación de Cuesta contra su compañero de Gabinete y vicepresidente, quien ya se había ido del Congreso, y respondió que 'pocas veces' había 'visto a un portavoz de la oposición hacer el ridículo en una intervención' como la de Cuesta. A partir de ahí, arremetió contra la trayectoria política del diputado socialista. Le definió como 'un avezado concejal que por poco deja de extraparlamentario a su grupo cuando encabezaba las elecciones en Oviedo'. Le tachó de ignorar que 'las competencias de la gestión del suelo residen en los ayuntamientos y en las comunidades autónomas' y le dijo que del Gobierno sólo depende el precio de la vivienda de protección oficial y ésa 'sólo ha crecido un 6% en seis años', mientras las autonomías 'empezando por las socialistas' reclamaban una subida del precio de la vivienda protegida.
Tras Cuesta, los diputados socialistas Rafael Velasco e Iratxe García remacharon en que el Gobierno no hace nada para facilitar el acceso a la vivienda a los jóvenes y hacérsela menos gravosa a la mayoría de las familias. El ministro contestó que la principal política del Ejecutivo para facilitar el acceso a la vivienda es crear empleo, 'cuando el PSOE dejó el paro juvenil en el 42%'. Los socialistas replicaron que el empleo que ahora se ofrece a los jóvenes es de 'contratos escoria' y con eso no se puede acceder a una vivienda.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 25 de abril de 2002