El periodista Manuel Fernández Avello, más conocido por Manolo Avello, considerado como una verdadera institución del periodismo asturiano, falleció la madrugada de ayer en Oviedo, a los 78 años.
Licenciado en Filosofía y Letras, periodista, radiofonista y durante un largo periodo de su vida también profesor de bachillerato, Avello, hijo de otro afamado periodista local, trabajó en el desaparecido diario Región hasta su incorporación a La Nueva España en el otoño de 1963, donde desarrolló la más dilatada etapa de su vida profesional. En este diario mantuvo, tras su jubilación, su habitual sección de opinión El carbayón jovial, que, como antaño sus afamados y seguidísimos comentarios radiofónicos en la antigua Radio Oviedo y en Radio Asturias (Cara y cruz), habrían de convertirle en un referente del ovetensismo y también del oviedismo futbolístico. Por su retranca, el tono de humor sutil que impregnaba sus textos, y por su identificación plena con los valores, la historia y el pulso vital de la ciudad, encarnó, como pocos, el espíritu más genuinamente carbayón, condición que acabó siendo oficializada con su nombramiento como cronista oficial de Oviedo.
Fue autor, entre otros libros, de una Historia del periodismo asturiano y diversas obras sobre los escritores Pérez de Ayala y Clarín y sobre los pintores Darío de Regoyos y Telesforo Cuevas. Fue impulsor de la Hemeroteca Provincial y miembro del Real Instituto de Estudios Asturianos (RIDEA) y de la Sociedad Española de Etnología y Folklore.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 26 de abril de 2002