Como manda la tradición, la presidencia española de la UE ha ofrecido cuatro días de relax turístico y cultural a los cerebros que, entre bambalinas, precocinan las decisiones de los ministros de los Quince. Barcelona y Girona son el escenario de descanso de los miembros del Coreper I, que reúne a los embajadores adjuntos de los Quince en Bruselas, a la Comisión y a la Secretaría General del Consejo. Ayer, junto a sus maridos y esposas, comieron con Joan Clos y cenaron con Jordi Pujol. El Coreper I, presidido por el español Miguel Ángel Navarro, preparó el 85% de las decisiones tomadas en la cumbre de Barcelona, según el embajador adjunto danés Claus Grube.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 26 de abril de 2002