Estudio de Alexéi Troitzky. 1935.
Dos torres de ventaja tienen las negras en la posición inicial de este estudio de Troitzky, que maneja, con la maestría que lo caracteriza, el tema de la interferencia. Los avanzados peones del blanco y la precaria situación del rey negro permiten suponer algún recurso de tablas, pero la victoria parece sencillamente imposible; ¿cómo pueden las blancas forzar la promoción de uno de sus peones, única forma en que puede obtenerse el triunfo? La primera jugada es 1 c7, y las negras responden con la forzada 1... Tc5. Sigue entonces 2 h6, y la otra torre negra tiene que encontrar la vía para detenerlo; 2... T - g3, para tener acceso a 3... Th3, también es obligada. Pero ahora comienza a galopar el poderoso caballo blanco: 3 Ce4 es un doble, y si cae cualquiera de las torres negras ese bando estaría perdido. Pero la defensa dispone de una retirada con jaque que parece terminar con la esperanza del rival: 3... Ta3 j. / 4 Rb7 y ahora hay que retirar la torre de c5; si 4... Tc4 o 4... Tc6 / 5 c3! gana, pues si 5... b - c3 / 6 h7, y si 5... Ta1 / 6 Cg3 y uno de los peones corona. Por consiguiente hay que jugar 4... T - c2, y ahora todo parece liquidado; el peón de c7 está controlado, y si 5 h7, Th3, o bien 5 Cg5, Ta1 y 6... Th1. Y, sin embargo, hay en el tablero un punto omega que permite a las blancas anular la acción de una de las torres enemigas y coronar uno de sus peones, con mate: 5 Cc3!!, una interferencia sensacional. Si 5... Tc2 - c3 / 6 h7 y la torre de c3 ha quedado sobrecargada, mientras la de a3 está anulada. Y si 5... Ta3 - c3 / 6 c8=D j.!, T - c8 / 7 h7 y el mate es inevitable. Un estudio de alta jerarquía.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 27 de abril de 2002