Me pareció valiente el artículo de Luis Manuel Ruiz por una razón: Decir lo que se opina de una ciudad como Sevilla, de una forma objetiva y según sus vivencias, supone recibir las reprimendas agresivas de todo aquel que piensa y siente que 'quien no está conmigo está contra mí', en este caso contra la ciudad.
Leí con mucho interés Una relación de amor y odio, aunque yo le hubiese puesto otro título: La otra realidad. Saber ver los defectos de la feria es haber ido por ella con los ojos bien abiertos desde niño y con la suficiente sensibilidad para apreciar las diferentes realidades que allí se dan. Ignorarlas es mirarse el ombligo.
Yo también he nacido en Sevilla, admiro mi ciudad y no voy a la Feria de Abril, me parece importante defender la tolerancia y creo que la libertad de expresión es uno de los derechos fundamentales más importantes y que está por encima de cualquier fiesta.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 27 de abril de 2002