Mientras toda España celebra un día tan especial como el del libro, la alcaldesa de Cádiz, Teófila Martínez, se dedica a cobrar tasas por la exposición de libros en la acera de la librería gaditana Quórum que, como los restantes pequeños empresarios de esa ciudad, lucha denodadamente, día a día, por mantener los puestos de trabajo creados. Dentro de la insensibilidad que demuestra el Partido Popular, no prende siquiera una pequeña antorcha como la de que 'más libros, más libres'. Muy por el contrario, siguen con el discurso de las cifras y las cuentas. Esas mismas cuentas que no les salen claras cuando apoyan al secretario de Estado de Hacienda, Rodríguez-Ponga, y al ministro Montoro; las mismas que no les salen con Gescartera, por poner sólo dos ejemplos. Alguien tendrá que asumir sus responsabilidades.
Implicada como estoy en el arduo campo editorial, contando para ello siempre con la colaboración de la Junta y la Diputación de Cádiz, resulta sencillamente deplorable que el equipo de gobierno municipal gaditano del Partido Popular colabore a entorpecer el esfuerzo que estamos llevando a cabo por acercar el libro -y con ello la cultura- a los ciudadanos. No voy a entrar en una guerra de cifras, que es el único lenguaje que pareciera entender Teófila Martínez, pero como socialista me siento en la obligación de reclamar contra algo que constituye otro verdadero ataque a la cultura.
El Partido Popular no se desdobla y nos planta un nuevo peaje; esta vez a la lectura, que es, ni más ni menos, la columna vertebral del pensamiento, aquello que nos hace más iguales, más éticos, más solidarios, más libres.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 27 de abril de 2002