El Ayuntamiento de Premià de Mar (Barcelona), cuya alcaldesa es María Jesús Fanego, del PSC, otorgó ayer a la comunidad musulmana la licencia para construir una mezquita en un solar de su propiedad en el centro del municipio por "imperativo legal", al tiempo que insta a los mahometanos a que dejen de rezar al aire libre en esa parcela. Algunos vecinos habían protestado contra ese centro religioso, y ayer un centenar, menos que en otras ocasiones pero más radicalizados, se manifestaron contra la mezquita.
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En el acuerdo, al tuvo acceso Efe, la comisión de Gobierno del consistorio dice: "Como representantes de los ciudadanos de Premià de Mar, tenemos la obligación de velar por el respeto a la libertad religiosa y de culto en el municipio, de acuerdo con la Constitución y el respeto a la normativa urbanística, y por lo tanto nos encontramos con la obligación de otorgar la licencia ambiental para la ubicación de un centro de culto musulmán, por imperativo legal".
El acuerdo municipal expresa su "malestar" por el "cambio de criterio de la comunidad musulmana en la búsqueda de una solución beneficiosa para todo el mundo y el error que supone no aceptar una alternativa favorable a todos los ciudadanos, musulmanes o no musulmanes, deteriorando y agotando todas las oportunidades para resolver la problemática planteada a satisfacción de todos".
No obstante, el Ayuntamiento condiciona la efectividad de la licencia al cumplimiento de una decena de requisitos de seguridad y medioambientales. A última hora de ayer todos los grupos munipales firmaron una manifiesto conjunto contra el racismo y la xenofobia.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 27 de abril de 2002