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OPINIÓN DEL LECTOR

¿Qué pasa con Colón?

Desde mi puesto de trabajo tengo una visión privilegiada sobre toda la plaza de Colón. Se me hace imposible entender qué explicación pueden tener las constantes remodelaciones que la inhabilitan para el paseo de los ciudadanos. Día tras día veo cómo sólo una pareja de albañiles cambia el pavimento. Esto, al ritmo que van, les puede llevar unos tres meses más, a sumar a los cinco o seis desde que empezaron.

En los últimos tres años el césped se ha cambiado no menos de cuatro veces. Además de la evidente mala imagen que las obras dan a nuestra ciudad cuando éstas se prolongan sin sentido, creo que podemos hablar de ineptitud de los responsables municipales. ¿A qué esperan para terminar las obras? ¿Por qué no ponen una o dos decenas de trabajadores a arreglar de una vez por todas la plaza de Colón? ¿Quién se beneficia de que las obras se prolonguen indefinidamente? Los ciudadanos, seguro que no.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 27 de abril de 2002