El Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) inspeccionó ayer la la central de Zorita (Guadalajara), después de que el jueves la invadieran miembros de Greenpeace. La investigación concluye que la invasión no alteró la seguridad de la central, según informó en un comunicado el CSN. La dirección de la central afirmó que los sistemas de detección de intrusión funcionaron correctamente y que los asaltantes no llegaron a 'zonas vitales'.
Greenpeace pedía el cierre de la planta, en marcha desde 1968. El consejero Portavoz de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, pidió ayer el cierre de la central.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 27 de abril de 2002