Corren malos tiempos. Estamos asistiendo a un momento en el que parece que todos aquellos ideales por los que tanto se ha luchado van desmoronándose. Planteamientos como globalización, mercado libre, eficacia, competitividad, forman ya parte de nuestro discurso diario. En demasiadas ocasiones atacamos a aquellas personas que mantienen ideas o discursos diferentes al nuestro.
No nos duelen prendas en atacar o desprestigiar el trabajo y esfuerzo de otras personas, simplemente porque no nos gusta o no lo podemos controlar. Así, desde hace ya algún tiempo y desde algunos ámbitos, se viene atacando a organizaciones como Alicante Acoge, su director y su equipo de grandes profesionales, mientras su patronato hace mutis por el foro.
El que conozca mínimamente la enorme labor que hacen estos profesionales sabe que tales ataques son totalmente injustos. Sí, están ustedes en lo cierto: esto es todo un alegato a favor de Carlos Gómez Gil, director de Alicante Acoge, profesor de la Universidad, experto en cooperación al desarrollo y muchas otras cosas más que ha ido logrando a lo largo de años con esfuerzo, sacrificio de mucho de su tiempo libre y de su tranquilidad. Los que le conocemos de verdad, sabemos de él éstos y otros muchos valores que hacen que sea un auténtico orgullo tenerle al lado.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 28 de abril de 2002