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CRÓNICA

Valencia sueña con Baraja

El Tenerife, al borde de Segunda tras la paliza (1-5) del Valladolid - El Rayo, casi en Primera - Hinchas del Zaragoza impiden al equipo abandonar la Romareda durante horas tras la derrota con el Celta - El Betis hunde al Mallorca y logra una plaza en la UEFA - Pinchazo del Depor

Hace ocho meses, los publicitarios de la Liga de las Estrellas anunciaban sin rechistar un duelo majestuoso entre Zidane y Saviola. Entonces, ni el familiar más cercano de Baraja habría pronosticado que este vallisoletano de 26 años iba a meter una cuña entre las megaestrellas de la alta burguesía.

Pues este chico que empezó la temporada con cara de perdedor -dos finales de Copa frustradas con el Atlético, un descenso en el Manzanares y un resbalón en Milán ante el Bayern con el Valencia- y que pasó un calvario en los primeros cinco meses del torneo por una misteriosa lesión de rodilla, es el rey de reyes de la Liga. Él sólo ha hechizado a todo el Valencia, al borde del precipicio hasta su rehabilitación a finales de 2001. Él solito ha marcado seis goles en 15 partidos y, pese a su condición de centrocampista, ya es el más productivo de un equipo rácano en ataque.

CLASIFICACIÓN

1. Valencia 69
2. Real Madrid 65
3. Deportivo 62
4. Celta 60
5. Barcelona 60
6. Betis 59
7. Alavés 51
8. Málaga 50
9. Athletic 49
10. Valladolid 48
11. Sevilla 47
12. Espanyol 47
13. Rayo 43
14. Real Sociedad 43
15. Osasuna 41
16. Villarreal 40
17. Las Palmas 39
18. Mallorca 39
19. Zaragoza 36
20. Tenerife 35

La explosión de Baraja ha puesto al Valencia en la cima, algo que en los últimos 31 años no consiguieron conspicuos como Kempes, Morena, Mijatovic, Penev, Romario o Piojo López. Y lo ha hecho en un curso que arrancó con la huida de Mendieta, santo y seña del club. Su espantada, valorada en 48 millones de euros, fue suplida con cinco futbolistas de rango medio a cambio de 42,8 millones: Curro Torres, Rufete, Mista, Salva y De los Santos. También aterrizó un novato en las alturas, Rafa Benítez. Por nombres y cifras -todos los fichajes juntos costaron 24 millones menos que Zidane-, el Valencia parecía condenado a flotar a rebufo de la élite. Un mayúsculo patinazo de los agoreros, que tienen ante sí, salvo hecatombre, al campeón. Un líder que la próxima jornada viaja a Málaga, un equipo al que aplaudir, que sin un duro tiene la UEFA ante sus narices.

Otro tropiezo de los quinielistas ha sido el entierro prematuro del Rayo, al que el 4-2 al Athletic casi le ha anclado en Primera, lo que ya ha logrado el Sevilla. Todo lo contrario que el Zaragoza y el Mallorca, arrinconados un poco más por el Celta y el Betis -ya tiene plaza segura en Europa-, respectivamente. En Zaragoza, la ira de la hinchada hizo que técnicos, jugadores y directivos tardaran horas en dejar la Romareda. Lo hicieron camuflados en un autobús y las cosas están tan agrias que la policía recomendó suspender el entrenamiento de hoy. Otro batacazo, y bien gordo, se lo llevó el Tenerife, al que el Valladolid sepultó con estrépito (1-5). Lussenhoff acabó a golpes con algunos aficionados en una trifulca monumental. A esta Liga le falta mucha cordura.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 29 de abril de 2002