Luis Aragonés seguirá en el Atlético. Queda por cerrar el acuerdo económico, ya que existen ciertas diferencias en lo que a incentivos por títulos se refiere, pero su continuidad ya es segura. Ayer quedó pactada por dos temporadas más. En un hotel próximo a la plaza de Neptuno, donde los aficionados celebrarían minutos después el ascenso, el entrenador rojiblanco se reunió durante tres horas con Miguel Ángel Gil Marín, el director general del Atlético, y con Paulo Futre, el director deportivo. Hablaron de la continuidad y hablaron del proyecto del año que viene. "Vendrán siete u ocho jugadores", desveló Futre, quien aseguró que todavía no hay ningún acuerdo cerrado con futbolistas, pero sí con sus respectivos clubes.
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No estuvo en la reunión, tampoco en la celebración espontánea de Neptuno, Jesús Gil. El presidente festejó en casa la noticia del ascenso, entre familiares, y regando su euforia con champán. "Estoy nervioso y tembloroso. He celebrado el ascenso con champán, que lo tenía preparado para el sábado, y al final sólo ha estado enfriándose unas horas. Soy el hombre más feliz del mundo", dijo. Luego, sin darle demasiada importancia, porque se trata de una simpel formalidad, anunció que la semana que viene dejará la presidencia del Atlético. Lo hará obligado por la Ley del Deporte, que impide presidir una sociedad anónima deportiva a una persona inhabilitada para ostentar cargo público. "Pero mi puesto seguirá vacante", afirmó Gil dejando claro que la presidencia del Atlético, aunque no en la teoría, seguirá siendo suya. "Yo soy el propietario", insistió.
"Aquí", declaró Aguilera a Efe, "desde el primer partido hemos demostrado que somos un equipo. Los méritos han sido de todos. Ésta es una victoria de todo el Atlético y así debemos celebrarlo. Estábamos todos muy involucrados".
A algunos jugadores les sorprendió la noticia del ascenso en una clínica, en la que reposaba su compañero Otero, que hoy será intervenido quirúrgicamente de la fractura de mandíbula que sufrió el sábado ante el Nástic.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 29 de abril de 2002