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TEATRO

El tango nunca muere

Amor con dolor y con heridas y muerte: ésta creo que es "la misma historia" de siempre. Una historia de todos los tangos -y por eso suenan y se bailan continuamente en el escenario-, en la que hay homosexualidad y heterosexualidad, incesto, celos, palabras, lirismo y sentimiento.

Quizá la obra que veo y oigo no es la misma en la que pensó su director, el joven Pedro Manuel Villora (la escribió cuando tenía 21 años), y no sé si es la que ideó el director Juanjo Granda, según el cual "se plantea la dialéctica entre lo apolíneo y lo dionisiaco, algo así como una conversación ensoñada entre Freud y Nietzsche moderados por Bataille y Cioran". No lo veo por ninguna parte. Siempre trato de no leer las notas de los programas y las declaraciones a los periódicos de los autores y directores, y de no oír las frases de entusiasmo y propaganda de los actores en la radio, porque tratan de sembrar la confusión; pero casi siempre me dejo de llevar por la tentación.

Para el autor es una obra que trata de la familia, y que "habla de un joven que se hace mayor y necesita marcharse para culminar su proceso de crecimiento como persona". Para mí es una sucesión de historias de parejas sexuales: la que más me interesa es la primera en la que Vicente Camacho y Sara Illán viven amor y desamor, mientras Alberto de Miguel comenta la situación, la revela de una manera excelente; entiendo de ella la enumeración de tangos y de su sonido me da una clave de comentarista, y la forma en que se desarrolla la acción en un decorado bonito y neutro, con unas escaleras que algún momento impensado se iluminan, como pasaba en los tiempos en que este teatro se dedicaba a la revista. Las otras escenas se repiten entre distintos personajes, y termina siendo Amparo Pamplona la que, con el mismo acierto, comenta la acción principal. A mí esto me gusta, este ciclo que no se cierra nunca; las paradojas de la escenografía, la exactitud entre las palabras y los gestos por la dirección de Juanjo Granda, la tristeza del amor, la repetición. Pero no encuentro relación con lo que explican autor y director, ni siquiera concordancia entre ellos.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 29 de abril de 2002