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El Gobierno argentino dice que cumplirá con el FMI en 15 días

Después de una semana sin sistema financiero, los bancos y casas de cambio abrieron sus puertas ayer en Argentina con el temor de las autoridades a una subida imparable de la cotización del dólar y, por consiguiente, de la inflación. La divisa estadounidense superó la barrera de los tres pesos, llegó hasta los 3,15, pero luego se estabilizó en 2,93. La nota negativa la puso la Bolsa de Buenos Aires que cerró con una fuerte caída del 7,22%.

Con la reapertura de los mercados debuta el flamante ministro de Economía, Roberto Lavagna, que afronta el difícil reto de aplicar el plan de 14 puntos firmado el miércoles por el presidente Eduardo Duhalde y los gobernadores. Lavagna se reunió ayer con los embajadores del Grupo de los Siete más los de España y Rusia, a quienes transmitió el mensaje de que, esta vez, el Gobierno argentino sí cumplirá sus compromisos. El nuevo ministro se refirió concretamente, según indicaron fuentes diplomáticas, al calendario que fija plazo, 15 días, para un acuerdo con las provincias en materia fiscal; la inmediata derogación de la ley de subversión económica (que ha permitido el procesamiento de varios directivos de bancos) y la modificación de la ley de quiebras (que favorece a los grandes deudores).

Las tres medidas son las principales exigencias del Fondo Monetario Internacional (FMI) como condición previa para ayudar financieramente a Argentina, mediante un primer paquete de ayuda, probablemente en torno a los 7.000 millones de dólares, que le serviría para pagar las deudas con los organismos internacionales y le dejaría un pequeño excedente para programas sociales.

Prueba de fuego

La prueba de fuego para el ministro de Economía y para el presidente Duhalde será esta semana en el Congreso, a la hora de votar estas leyes decisivas. El Gobierno asegura contar con el respaldo parlamentario suficiente, pero las declaraciones de algunos diputados de la mayoría oficialista de que no están dispuestos a aprobar sin debate previo las leyes ponen en duda la confianza gubernamental.

Si el Gobierno cumple los tres puntos básicos de su plan -y sobre todo el acuerdo de reducir el gasto público en un 60%, firmado con los gobernadores provinciales- habrá demostrado que su compromiso de no quedar aislado del mundo no son simples palabras. Por si acaso, la consejera de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Condoleezza Rice, exigió ayer a Argentina que aplique las medidas que requiere el FMI si quiere ayuda financiera.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 30 de abril de 2002