Etiopía cerró ayer su frontera con Eritrea a los 4.200 cascos azules y observadores de la Misión de Naciones Unidas en Etiopía y Eritrea (Minuee), encargados de supervisar el alto el fuego entre los dos países, según fuentes oficiales. Hace un año, en abril de 2001, se creó una zona temporal de seguridad de 25 kilómetros en territorio eritreo, a lo largo de la frontera, para la actuación de los cascos azules. Etiopía acusa a la misión de la ONU de violar sus competencias al trasladar a dos periodistas por la zona sin su permiso. Los diplomáticos intentaban ayer lograr un desbloqueo del proceso de paz.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 30 de abril de 2002