Diecinueve presos resultaron muertos y otros seis heridos el martes por la noche en la prisión central de Serkadji, en Argel, durante el incendio de su celda, según confirmó ayer el ministro argelino de Justicia, Ahmed Uyahia, a la televisión nacional. La mayoría de los reos de Serkadji son islamistas, muchos de ellos condenados a muerte por haber empuñado las armas, pero cuyas penas han sido conmutadas en cadena perpetua. Serkadji es una cárcel de alta seguridad en la que en 1994 se produjo un intento de fuga masivo que costó la vida a unos 90 presos.
Tras una pelea en la sala número 10 de la prisión, un reo de 19 años arrancó una lámpara de neón del techo, con cuyos cristales intentó cortarse el cuello, según señala la versión de los hechos de la APS, la agencia oficial argelina de prensa.
Cuando varios guardianes acudieron a la celda para tratar de impedir el suicidio, los otros reclusos incendiaron los colchones e instigaron a los demás presos a amotinarse.
El incendio se propagó rápidamente en la celda colectiva, en la que convivían 25 presos, pese a la rápida intervención de los bomberos. Víctimas de las llamas o asfixiados, varios reos murieron en la prisión y otros en la clínica Pasteur, a la que fueron traslados. En ese establecimiento hospitalario permanecían también ingresados seis heridos.
Tras conocerse la noticia, un centenar de personas, en su mayoría madres de los presos, se agolparon ante las puertas de la cárcel para intentar recabar noticias de sus hijos. "Quiero entrar en la prisión y verlo, pero han rechazado la petición", narraba Sadduki Zohra, la madre de un joven encarcelado.
El ministro de Justicia, que visitó el penitenciario, prometió mejorar las cárceles saturadas de Argelia. Hace cuatro semanas, otros 22 presos resultaron muertos y 20 heridos tras declararse un incendio en la cárcel de Chelhum el Aid, a unos 300 kilómetros al este de Argel.
La población penitenciaria asciende en Argelia a 40.000 reos, repartidos por 145 cárceles, cuya capacidad máxima de acogida se eleva a 34.000 personas. Hay cuatro nuevas cárceles en proyecto.
El estado de excepción, que rige en Argelia desde 1992, será levantado por el Gobierno tras las elecciones legislativas de finales de este mes, según indicaron a la agencia Efe fuentes del Ejecutivo. En virtud de la situación actual, las Fuerzas Armadas argelinas disponen de poderes de policía, algo que ha sido criticado reiteradamente por los partidos de la oposición que consideran injustificado prolongar una medida prevista para situaciones de emergencia.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 2 de mayo de 2002