Naciones Unidas e Irak volvieron a hablar ayer de la posible, aunque improbable, vuelta de los inspectores de desarme al país árabe, etapa preliminar antes de considerar el levantamiento de las sanciones impuestas en 1991. El secretario general de la ONU, Kofi Annan, empezó una ronda negociadora de tres días con una delegación encabezada por el responsable de Exteriores iraquí, Nayi Sabri.
La delegación iraquí llegó a Nueva York con cierta tranquilidad: el conflicto en Oriente Próximo ha alejado la perspectiva de un ataque inminente por parte de EE UU; Washington ha reconocido que no está en condiciones de lanzar una ofensiva contra Bagdad al menos hasta 2003, y la reciente negativa israelí de cooperar con la ONU ha dado al régimen de Sadam Husein peso psicológico a la hora de negociar.
El viceprimer ministro iraquí, Tarek Aziz, no perdió la oportunidad de recordar la reciente humillación de la ONU. 'Israel dice que no quiere trabajar con el comité. ¿Qué hace el secretario general?, ¿piensa obstruir una resolución del Consejo de Seguridad?'
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 2 de mayo de 2002