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Solos o en compañía familiar

Más de 300 bodas en seis años es el balance del hotel La Bobadilla. Para sus clientes de alto poder adquisitivo puede resultar una excentricidad muy española la celebración de enlaces de japoneses con todos los componentes tradicionales de este país. Pero lo indiscutible es que para este hotel, frecuentado por personajes famosos y distinguidos como el Rey, las bodas son una fuente de ingresos muy importante.

Cada enlace puede costar a los novios entre 500.000 pesetas y alrededor de dos millones de pesetas, aunque el límite no existe. El precio incluye cuatro días de estancia de los novios en una de las mejores habitaciones, excursiones y la ceremonia, con el aperitivo y la comida. Lo que aumenta el precio de la boda es la cantidad de invitados que los novios traen de Japón. La mayor parte de ellos llegan a Granada solos y aprovechan esta boda simbólica para pasar la luna de miel. Pero a muchos de los contrayentes les acompañan familiares, cuyos atuendos de quimonos aportan espectacularidad a la ceremonia.

Muchos de los novios gozan de un poder adquisitivo elevado que les permite este tipo de celebraciones. Es el caso de una sobrina del emperador japonés que el año pasado se casó en La Bobadilla en compañía de 18 familiares. Pero otras parejas no tienen más remedio que ahorrar durante años para poder venir a Granada a casarse, lo que explica en gran medida la importancia que le dan al acto nupcial que se desarrolla en la capilla de La Bobadilla.

Las bodas japonesas en este hotel aumentan cada año, aunque la media está entre las 60 o 70 por temporada. El mediador que lleva a los japoneses hasta esta finca perdida entre olivares del campo andaluz es la agencia Exotic Trips. Su responsable, Miura, fue el que le propuso hace años a Miguel del Valle la idea de probar con este tipo de ceremonias y desde entonces no han parado de celebrarse. El hotel ha contratado a una intérprete, Takako, que además de traducir asesora a los novios en todos los menesteres.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 3 de mayo de 2002