La ponencia constituida en el Parlamento para reformar el Reglamento de la Cámara decidió ayer aplazar hasta el próximo jueves el debate sobre la propuesta de que los parlamentarios acaten la Constitución y el Estatuto para tomar posesión de su escaño. El objetivo de la ponencia es elevar un texto consensuado a la Comisión de Urgencia Legislativa para que dictamine y el pleno dé luz verde al nuevo reglamento antes de verano.
Alcanzar un consenso parece muy complicado. Aunque las discrepancias entre los partidos son evidentes en varios puntos, el que más complica el acuerdo es el acatamiento a la Constitución y el Estatuto. Esta propuesta, apoyada por PP y PSE, está recogida en el dictamen ya aprobado en comisión el 12 de junio de 1998, que se ha tomado como base esta legislatura para iniciar el debate.
Aquel dictamen fue rechazado por el pleno con los votos de PNV, EA y Batasuna. Ese alineamiento de fuerzas fue entonces el detonante de la salida del PSE del Gobierno. Los nacionalistas ya han enmendado la propuesta y plantean que ese acatamiento se quede en una simple aceptación del llamamiento, que es la fórmula actual.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 3 de mayo de 2002