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EE UU se felicita de que Le Pen "haya sido marginado"

De Washington a Bruselas, Beirut o Madrid, los dirigentes de todo el mundo han acogido con alivio la abrumadora victoria de Jacques Chirac en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales francesas frente al ultraderechista Jean-Marie Le Pen.

Incluso antes de que terminase el escrutinio, el secretario de Estado de EE UU, Colin Powell, se felicitó de que Le Pen hubiese sido "marginado de forma aplastante". En Londres, Tony Blair estimó que la reelección de Chirac constituye una "victoria para la democracia y una derrota para el extremismo y la política repugnante que representa Le Pen".

El canciller alemán Gerhard Schröder destacó que el pueblo francés había rechazado "sin ambigüedad" el extremismo. "La política de la demagogia, del desprecio de nuestros valores comunes y del abandono de Europa no es un modelo para nuestro futuro", agregó.

En París, el Palacio presidencial anunció que, entre otros jefes de Estado y de Gobierno, habían enviado telegramas de felicitación los presidentes de Senegal, Sudáfrica, Egipto, Líbano, Marruecos o Portugal. Desde Bruselas, el presidente de la Comisión Europea, Romano Prodi, estimó que Francia había demostrado que estaba "en el corazón de Europa".

En Madrid, el ministro de Asuntos Exteriores, Josep Piqué, felicitó a Chirac, por su victoria electoral "y su permanencia en el Elíseo", ya que se trata de "un activo para las relaciones hispano-francesas". La secretaria de Política Internacional del PSOE, Trinidad Jiménez, aseguró que Le Pen "ha sido vencido por la izquierda", una respuesta ciudadana que consideró "el triunfo de la democracia".

* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 6 de mayo de 2002