Barcelona cerrará el año 2004 sin el AVE. Y el 2005. Como pronto, la llegada del tren de alta velocidad se producirá en 2006. La noticia fue confirmada ayer a varios diputados que visitaban las obras por Juan Carlos Barrón, presidente del GIF, la empresa pública que construye la línea. Renfe trabaja ya en el proyecto de un intercambiador situado en Lleida o en Vilafranca del Penedès, donde los pasajeros cambiarían del AVE a un tren convencional o a la inversa. La llegada del AVE a Barcelona en el año 2004 era uno de los compromisos contraídos por el Gobierno central. El Ayuntamiento de Barcelona ha afirmado repetidamente que el Ministerio de Fomento buscaba excusas para justificar el aplazamiento y no llegar a Barcelona en 2004.
Retraso sobre retraso, el AVE ha terminado por encallar en su camino entre Madrid y Barcelona. En 2002 se podrá viajar desde Madrid a Lleida, pero el camino hasta Barcelona no se hará hasta 2006, como pronto. Para paliar el aplazamiento, Renfe trabaja en el proyecto de un centro de intercambio entre el tren de alta velocidad y el convencional. Sopesa dos posibilidades: Vilafranca del Penedès o Lleida.
Barrón fue claro con los diputados, según explicaron varios de los asistentes a la visita a las obras. Éstas, explicó, topan con dificultades en diversos puntos. Algunos son conocidos, como Sant Sadurní d'Anoia, cuyo ayuntamiento rechazó la pasada semana firmar las actas de expropiación.
El retraso en la llegada a Barcelona supone, a su vez, un retraso en el enlace con la frontera francesa. La primera fecha apalabrada fue también 2004, pero desde hace unos meses se empezó a hablar del año 2006 y ahora se baraja ya 2010.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 7 de mayo de 2002