No es lo que parece, sino sólo un guiño óptico producido por el tráfico urbano. Un camión pasó por delante de la estatua del ilustre jurista burgalés, y el fotógrafo estaba allí para dejar constancia de la ilusión. La estatua de Alonso Martínez, padre de las principales leyes que rigieron la España del siglo XIX, no ha decidido hacer aún las maletas y sigue sobre su pedestal, en la plaza del distrito de Chamberí a la que da nombre el abogado y político liberal.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 7 de mayo de 2002