IG Metall, el poderoso sindicato metalúrgico alemán, va a extender la próxima semana a Berlín la huelga que comenzó el pasado lunes en la región de Baden-Württemberg, la mayor que afronta Alemania en siete años. Con esta medida se pretende incrementar la presión sobre la patronal para que acepte una mayor subida salarial para los trabajadores del sector, según el líder de este sindicato, Klaus Zwickel.
La central, que reivindica un aumento salarial del 6,5% frente al 3,3% ofrecido por la patronal, no volverá a la mesa de negociación hasta que los empresarios mejoren sus propuestas. Unos 3.500 trabajadores estarán llamados a secundar los paros el próximo viernes y la convocatoria afectará a los empleados de Berlín y del vecino Estado de Brandenburgo.
Hasta el momento, unos 76.000 empleados han participado en los paros organizados por IG Metall. Las protestas se han realizado por turnos y en fábricas determinadas para no perjudicar a distribuidores y clientes. Unos 13.000 trabajadores se sumaron ayer a las movilizaciones en Baden-Württemberg. Las fábricas más afectadas fueron las de construcción de maquinaria industrial en las ciudades de Heidenheim, Heilbronn y Esslingen.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 9 de mayo de 2002