El Gobierno ejerce la mayoría absoluta con "arrogancia" y "soberbia" y protagoniza una clara regresión en política social y educativa. Éste es el diagnóstico común que realizaron ayer los líderes del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, y de IU, Gaspar Llamazares, tras una reunión de más de dos horas. Todo fueron coincidencias, hasta que tocó hablar de la huelga general que preparan los sindicatos y de la Ley de Partidos para ilegalizar a Batasuna. IU apoya la huelga, y el PSOE no se pronuncia e insiste en que el Ejecutivo debe dialogar con los sindicatos. La coalición rechaza la Ley de Partidos y Zapatero la cree necesaria, aunque exige pulcritud constitucional.
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- Texto:: Ley de Partidos Políticos
José Luis Rodríguez Zapatero y Gaspar Llamazares demostraron ayer que la comunicación entre ellos es fluida. Durante dos horas hablaron de la política del Gobierno y, en líneas generales, mantuvieron las mismas posiciones de abierto rechazo sobre la forma y el fondo de la gestión del Ejecutivo que preside José María Aznar.
También hay discrepancias, pero se asumen y explican sin problemas. Las dos fundamentales se centran en la posible huelga general contra la reforma del sistema de protección al desempleo y en la Ley de Partidos. IU ha sido pionera en promover "una movilización general", es decir, una huelga, incluso antes de que los sindicatos la hayan convocado. "Tenemos ritmos diferentes; nosotros apoyamos la huelga y el PSOE quiere esperar a que se convoque para, después, pronunciarse", relató Llamazares.
Por su parte, Rodríguez Zapatero, que compareció después, no quiso pronunciarse sobre su posición en el caso de que se convoque el paro. "Respetaremos lo que lleven adelante los sindicatos, pero mi deseo es que hubiera acuerdo entre el Gobierno y los sindicatos porque es lo que quiere la mayoría de los ciudadanos", dijo Zapatero. "El Gobierno debe rectificar, debe retirar su ley de reforma de protección al desempleo y debe negociar de inmediato con los dos líderes sindicales", remachó el líder del PSOE. De inmediato añadió que las cosas no van por buen camino dada la "intransigencia" del Gobierno.
Ayer mismo, desde la tribuna del Congreso, el diputado de IU Felipe Alcaraz pidió al ministro de Trabajo, Juan Carlos Aparicio, que retire esa ley que esconde la concepción del Gobierno de que "los parados son unos vagos e insolidarios". El ministro cuidó mucho sus palabras y aseguró que la intención gubernamental es la de "proteger a los que están desprotegidos de verdad".
No hubo sorpresas en la discrepancia entre Rodríguez Zapatero y Llamazares sobre la Ley de Partidos. El líder de IU la rechaza de plano, en tanto que el secretario general del PSOE la cree "necesaria para poner fuera de la ley a los que apoyan a los terroristas". Zapatero insistió, no obstante, en que la ley debe ser escrupulosamente constitucional, en línea con lo que él y su partido dicen desde hace varias semanas.
En el terreno de las coincidencias se situó la marcha de los gobiernos municipales que comparten las dos formaciones políticas. Ambos están satisfechos de la colaboración y, salvo algún caso de transfuguismo aislado, la lealtad es la práctica habitual.
La coincidencia del PSOE y de IU en rechazar la actuación de la mayoría parlamentaria del PP les va a llevar a promover una protesta generalizada entre los demás grupos de oposición, según anunciaron por separado Zapatero y Llamazares. "El Gobierno no responde a las preguntas que se le formulan; elude el control, abusa de su mayoría copando iniciativas, niega comisiones de investigación...", relataron Llamazares y Zapatero.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 9 de mayo de 2002