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Baleares destinará la 'ecotasa' a construir museos y derribar edificios

El dinero que las islas Baleares recaudarán con la ecotasa (unos 50 millones de euros -8.300 millones de pesetas- en 2002) se destinará a la compra para su derribo de dos edificios dañinos para las playas de Calvià y Can Picafort. El plan inversor para los próximos 10 años prevé la adquisición de dos fincas vírgenes en la costa de Mallorca, la rehabilitación de canteras en la playa de Palma y el uso de edificios históricos en la capital y en varios pueblos para crear una red de museos patrimoniales. El tributo verde comenzó a cobrarse el pasado 1 de mayo, un euro por día de estancia, a los turistas que se hospedan en hoteles y apartamentos.

El primer destino de la ecotasa será una red de vías para cicloturismo en Mallorca. Las inversiones en Menorca (15%), Ibiza y Formentera (20%) serán proporcionales a los turistas que estas islas reciban. Visitan el archipiélago 12 millones de personas al año. El resto del dinero se lo lleva la isla de Mallorca, con más del 80% de la población y del territorio.

"Es un nuevo modelo de transformación, de diseño de un país turístico, y un símbolo de solidaridad con las generaciones futuras". De esta forma enmarcó ayer el presidente de Baleares, Francesc Antich, del PSOE, los proyectos de inversión en rehabilitación de espacios turísticos y naturales.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 9 de mayo de 2002