La extrema derecha austriaca conmemoró ayer el 57º aniversario de la capitulación de la Alemania nazi como un día de luto. Escoltados por la policía, desfilaron con antorchas y sables unos 400 jóvenes y veteranos uniformados, pertenecientes a las confraternidades estudiantiles, de ideología ultranacionalista y pangermánica.
Mientras que se permitió a los grupos derechistas reunirse en el Schweizerhof, patio histórico situado en el Palacio Imperial, a unos metros de la plaza de los Héroes, la policía prohibió el paso a esta zona a los manifestantes que se propusieron festejar el 8 de mayo como día de victoria y de liberación del nazismo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 9 de mayo de 2002