Al duro de Bruce Willis, conocido por películas de acción, se le ablandó el corazón y compró un cargamento de galletas a las Girl Scouts que donó a los soldados destacados en Afganistán. La idea le vino de la menor de sus tres hijas, la pequeña Tallulah Belle, de ocho años, colaboradora de esta organización juvenil típicamente estadounidense cuya fuente más popular de ingresos es la venta de galletas entre amigos y familiares. Tallulah estaba vendiendo galletas para la asociación de su escuela, en Idaho (EE UU), cuando el veterano actor decidió adquirir 12.000 cajas para ayudar al grupo. La compra fue al precio normal de venta al público de 36 dólares (38 euros) por caja, sin descuentos por mayorista ni favoritismos familiares. Estas galletas son populares en la vida familiar estadounidense, pero también es igual de popular la mala fama con la que cuentan, ya que al parecer son el último dulce en desaparecer de la despensa.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 10 de mayo de 2002