Eulalia Rodón, de 45 años, cobra el seguro de paro desde hace 18 meses. No ha recibido ofertas de la Generalitat y no ha conseguido un nuevo empleo acorde con sus pretensiones. Después de 12 años como secretaria de dirección en una compañía de seguros de Girona, Rodón decidió aceptar un despido incentivado y se mudó a Barcelona, donde creyó que sería más fácil conseguir empleo. 'Dejé pasar los primeros seis meses y luego participé en un programa de capacitación y una asesoría de reinserción laboral', comentó.
Acudió a algunas ofertas que consiguió ella misma, pero las rechazó por suponer salarios inferiores a 20.000 euros anuales (3,3 millones de pesetas). Ahora, cuando sólo le quedan seis meses de subsidio de paro, está dispuesta a rebajar sus condiciones de empleo. Ha podido mantenerse con la ayuda de una renta y otros bienes personales, porque 'con el cobro del paro apenas podría subsistir'.
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 10 de mayo de 2002