'Sigo trabajando, por capricho', declaró ayer Ramón Gaya con la emoción y aturdimiento de la noticia del Premio Velázquez de Artes Plásticas, comunicada por la ministra de Educación y Cultura, Pilar del Castillo, y el portavoz del jurado, Julio Sanguinetti, ex presidente de Uruguay. Fue casi la única frase que pronunció, al despedir a los informadores en la puerta de su domicilio madrileño.
Su mujer, Isabel Verdejo, fue la encargada de transmitir las reacciones del pintor, su nerviosismo y sorpresa ante un galardón que desconocía, pero satisfecho por su vinculación a Velázquez, al que dedicó su libro Velázquez pájaro solitario. 'Además, no tengo nada que enseñar porque todo está en Murcia', decía el artista para aligerar la despedida. El museo que lleva su nombre en Murcia, su ciudad natal, se está desmantelando para llenar sus salas este mes con unos 200 cuadros de Gaya, realizados en los últimos años.
Los nervios y problemas de coordinación para hablar desaparecen cuando Gaya, en el mismo salón de su casa, se pone a pintar todas las mañanas, o con sus lecturas, como las que acaba de dedicar a Cernuda. Ayer mismo había terminado un cuadro, con el motivo de un vaso y tres rosas, y en los últimos días ha realizado cerca de 40 viñetas para la editorial Pre-Textos.
Pájaro solitario
De 'pájaro solitario' calificó también ayer la galerista Elvira González al pintor con el que comparte el mismo edificio. Gaya vive en el segundo piso y en la planta baja ha expuesto sus obras en los años 1995 y 1999, y prepara otra muestra para la temporada que viene. 'Mi vecino es fantástico, con una gran personalidad y muy inteligente'.
El jurado estuvo formado por personas relacionadas en estos años con el Museo del Prado (Zugaza, Pérez Sánchez, Calvo Serraller, Garín, duque de Soria), con el Reina Sofía (Bonet, Ysasi-Ysasmendi), la Academia de Bellas Artes (González de Amezúa), el escritor Jiménez Lozano, el crítico Enrique Andrés Ruiz y el director general de Bellas Artes, Puig de la Bellacasa, como secretario sin voto. La candidatura de Gaya fue propuesta por Ysasi-Ysasmendi, Pérez Sánchez y Garín.
El portavoz del jurado, Julio Sanguinetti, destacó 'la formación clásica y la visión moderna' de Gaya, que a lo largo de su vida ha tenido 'una gran fidelidad a su concepción estética'. 'No es un artista a la moda. Es un pintor singular, un pintor y pensador finísimo. Pertenece a una generación que no ha sido de las más premiadas, pero que ha mirado hacia el arte español del último siglo, por lo que el premio le pone en el sitial que merece'.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 10 de mayo de 2002